El portero de la selección es uno de los jugadores con más ganas de cachondeo durante la celebración con los españoles que se reunieron para recibir en Madrid a los campeones del mundo.
Cogió el micro y se puso a presentar a cada uno de sus compañeros y técnicos, pero diciendo como se llaman entre ellos.
Es un tío incansable y con muchísima imaginación.