cariolo avisó en la víspera que Italia era el tipo de rival que peor le venía a España. Y no se equivocó. Los transalpinos viven y mueren con su juego exterior. Si no están inspirados, son un equipo muy vulnerable. Si lo están, y encima tu defensa es un coladero, échate a temblar. Eso fue exactamente lo que sucedió. Entre Gallinari (29), Belinelli (27) y Bargnani (18) hundieron a una España muy deficiente atrás y que vivió sólo de Pau Gasol en ataque en otro día desastroso del perímetro. Con tanta grieta, ni siquiera el partidazo del de los Bulls (34+10) salvó a España.
Central de Datos
Italia apeló al factor psicológico vistiendo de corto a Datome, descartado por lesión, que fue presentado e incluso hizo la rueda de calentamiento con sus compañeros... pero sin moverse, pasándoles los balones. Fue una pantomima que se acabó con el salto inicial. Ambos equipos se quitaron las caretas entonces y mostraron sus armas de forma descarada a todo el planeta.
Italia fió toda su suerte al perímetro, y España, al juego interior. Durante muchos minutos ese modus operandi de ambos fue nulo. Los transalpinos encontraron huecos en la defensa española para soltar sus muñecas -sobre todo Bargnani y Gallinari- y los españoles destrozaron la zona azzurra con sus tanques interiores.
Pau Gasol fue un dolor de muelas para ellos. La única manera que encontraron de pararle fue con faltas. En el minuto tres ya había recibido otras tantas, pero ni eso le frenó. Su emparejamiento con Bargnani lo ganó a los puntos. El de los Bulls, omnipresente, acabó la primera parte con 16 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias y un tapón. El de los Nets, con 10 puntos y 3 rebotes.
Bargnani encontró un buen aliado en Gallinari, con el que no pudieron ni Mirotic primero ni Reyes después. El de los Nuggets, agresivo y certero, fue durante algunos minutos el gran sustento italiano, impidiendo el despegue español en el primer cuarto (20-19, min 10). Mirotic seguía sin carburar y del perímetro español apenas había noticias. Sólo un par de triples de Ribas, cada vez más sólido, para aliviar el empacho de puntos en la zona.
En el segundo cuarto fueron el ex estudiantil Aradori, con dos triples, y Gallinari, quienes pusieron a Italia por delante (35-38, min 16). Reyes, Pau y un Mirotic aún irreconocible, que anotó su primera canasta al borde del descanso, dieron la rúbrica de España, que en la primera parte vivió casi única y exclusivamente de sus pívots, que anotaron 33 de sus 45 puntos en la primera parte (45-42).
En la reanudación, el perímetro azzurro cobró una nueva dimensión con la irrupción de Belinelli, duda hasta última hora, que anotó 11 puntos -con tres triples incluidos- que lanzaron a Italia. España pareció tocada por momentos, y hasta Pau y Scariolo mantuvieron una conversación junto al banquillo para ver cómo resolver el desaguisado.
El 'Pau-sistema' parecía la única solución por la incomparecencia del perímetro -como el primer día ante Serbia- hasta que apareció Rudy para inaugurar su estadística con cinco puntos, que junto a una técnica a Gentile reactivaron momentáneamente a España (57-62, min 28).
Pero el desplome español no se detuvo ahí. En el último cuarto Belinelli y Gallinari, con ocho puntos cada uno, establecieron la ventaja definitiva para Italia (68-81, min 33). España, impotente, sólo tenía a Pau como recurso, hasta que Scariolo, al verle exhausto y con el partido ya perdido, le cambió a 1.36 del final (85-95). Se fue al banquillo, hundido, con 34 puntos y 10 rebotes. Daba igual, ayer podía haber metido 50 puntos y España hubiese perdido igual. Toca examen de conciencia.